En la fisioterapia actual, existen muchos métodos diferentes que responden al desarrollo de diferentes técnicas y habilidades del fisioterapeuta. Algunas de ellas se sirven de las agujas de acupuntura y otras, como la terapia craneo-sacral, se basan en el correcto diagnóstico y la localización exacta del origen de las molestias.
No obstante, no son unas mejores que otras, simplemente se deben aplicar en el caso idóneo y es ahí donde el papel del fisioterapeuta es más importante.
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¿Qué es la terapia craneosacral?
Como hemos dicho, en vez de tratarse de una técnica invasiva, la terapia craneosacral (TCS) es aquella que observa el cuerpo como una unidad y éste toma un papel participativo de la terapia. Su práctica se ha desarrollado durante más de treinta años.
Se considera eficaz para diferentes trastornos clínicos como los asociados a las lesiones del sistema nervioso o el estrés. En general, consigue disolver los centros de dolor que padece la persona afectada.
La terapia craneosacral o TCS tiene su origen en el conocimiento de que el sistema cráneo-sacral del organismo vive para mantener en funcionamiento o cuidar el medio del sistema nervioso central, foco de algunos problemas o lesiones relacionadas con el movimiento del paciente. De hecho, ambos sistemas se interrelacionan básicamente en el cerebro y la médula espinal, lo que constituye el origen de todos esos trastornos clínicos.
No es necesario acudir de forma única a esta terapia, dado que puede combinarse con otras técnicas más tradicionales o de diferentes perspectiva.
¿Cómo funciona la terapia craneosacral?
Concretamente, consiste en aplicar una presión de tipo leve con las manos y, a partir de ello, poner en funcionamiento procesos naturales del organismo. Ese leve contacto sirve para determinar o percibir las pulsaciones del sistema cráneo-sacral (Ritmo Cráneo-Sacral) que puede conectar con todo el cuerpo a través de la fascia. Los desequilibrios en ella se solucionan a través del trabajo por reestructurar el flujo normal de movimiento.
Se insiste en hacer desaparecer las resistencias que se han creado en estos sistemas para mejorar la salud del paciente. No necesita mucho más que la palpación dado que el ritmo cráneo sacral es sensible a ello. Las sesiones pueden durar entre treinta y sesenta minutos.
Así, se consideran procesos naturales curativos dado que se incita al cuerpo a desarrollarlos, si lo aplica un experto como es un fisioterapeuta. Él conocerá la forma de proceder que el propio cuerpo le indica.
El éxito de su aplicación tiene sentido dado el conocimiento que el fisioterapeuta tiene del cuerpo humano. Lo que se consigue es aportar energía, mejora en el sueño del paciente y un mejor equilibrio físico y metal.
¿Qué beneficios tiene la terapia craneosacral?
Lo mejor de la terapia craneosacral es que es aplicable en niños y adultos y en una gran cantidad de trastornos clínicos diferentes.
En general, los casos para los que, en mayor medida, se destina esta terapia son aquellos relacionados con las disfunciones congénitas, los trastornos infantiles de succión y respiración, las lesiones del sistema nervioso central, medulares o pares craneales, los dolores craneofaciales, las migrañas, la fatiga, el estrés, la incoordinación motoro y otros problemas derivados de dolores crónicos o enfermedades como el autismo.
La clave de esta terapia es que puede ser una gran opción como prevención de esos casos cuando el problema es todavía muy inicial o se localizan únicamente síntomas esporádicos.
Además, se trata de una terapia considerada muy segura y eficaz.
¿Cómo se puede realizar una sesión de terapia craneosacral?
Las sesiones de terapia craneosacral se realizan en clínicas especializadas con profesionales terapeutas que conocen cada complejidad de este tratamiento.
Por ello, es imprescindible conocer la calidad y prestigio del centro en el que sea practicada la terapia. En algunas plataforma como la presente, se muestran fisioterapeutas independientes o clínicas de la provincia de Alicante que tienen muy en cuenta las necesidades de los pacientes. Se asegura la higiene y la correcta responsabilidad de los profesionales al cargo.
Por ello, nosotros hemos hecho una selección de las clínicas que realmente cumplen estos requisitos y que pueden encontrarse en diferentes ciudades como Alicante, Elche, Benidorm, Altea, Torrevieja, Orihuela, Dénia, Callosa o San Vicente del Raspeig.
Lo importante de todas estas clínicas es que tengan en cuenta que, para hallar la causa de numerosas disfunciones motoras, neurológicas o sensitivas, deben contar con un grupo de expertos en la detección y corrección de los problemas en el sistema cráneo-sacral. Su conocimiento es el motivo del éxito.
El terapeuta es el indicado para ofrecer un tratamiento personalizado gracias a su formación, tanto como carrera universitaria como en cursos de especialización más avanzados, y a la información que pueden dar. Junto con la terapia craneosacral, la osteopatía, la manipulación fascial o la neuromodulación son grandes soluciones de las que se vale la fisioterapia en Alicante.
Terapia craneosacral: peligros
Si bien la terapia craneosacral es considerada generalmente segura, existen algunos posibles peligros asociados con esta forma de tratamiento. Es importante tener en cuenta que estos riesgos son raros y que la terapia craneosacral es ampliamente practicada y apreciada por sus beneficios para la salud.
Lesiones físicas: En casos extremadamente raros, se han reportado lesiones físicas durante la terapia craneosacral. Estas pueden incluir la fractura de huesos del cráneo o el daño a los tejidos blandos. Sin embargo, es importante destacar que estos casos son extremadamente raros y la terapia craneosacral es generalmente segura.
Empeoramiento de síntomas: En algunos casos, los pacientes pueden experimentar un empeoramiento temporal de los síntomas después de una sesión de terapia craneosacral. Esto puede incluir dolores de cabeza, fatiga o malestar general. Sin embargo, estos síntomas suelen ser de corta duración y pueden ser parte del proceso de curación del cuerpo.
Interacciones con otras terapias o medicamentos: Es importante informar a su terapeuta craneosacral sobre cualquier otra terapia o medicamento que esté utilizando. Algunos tratamientos o medicamentos pueden interactuar con la terapia craneosacral, lo que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios o complicaciones.
Falta de regulación y formación insuficiente: En algunos países, la terapia craneosacral no está regulada y cualquiera puede llamarse a sí mismo terapeuta craneosacral sin tener una formación adecuada. Esto puede aumentar el riesgo de recibir un tratamiento inapropiado o potencialmente peligroso. Es importante investigar y elegir a un terapeuta certificado y de confianza.
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